Las humedades por capilaridad son un tipo de humedad ascendente que afecta principalmente a las paredes y suelos de los edificios. Suceden cuando el agua presente en el suelo es absorbida por los materiales porosos del muro, como ladrillos, bloques de hormigón o piedra, y asciende por capilaridad debido a la fuerza de atracción entre las moléculas de agua y las de los materiales porosos. Este fenómeno puede generar manchas de humedad en las paredes, deterioro del revestimiento, aparición de salitre, así como debilitamiento de la estructura.
Las principales causas de las humedades por capilaridad son:
– Falta de barrera impermeable: Si el edificio no cuenta con una barrera impermeable adecuada en sus cimientos, el agua del suelo puede ascender a través de los materiales porosos de los muros.
– Nivel freático alto: En zonas con el nivel freático cercano a la superficie, el agua subterránea ejerce una mayor presión de ascenso, lo que favorece la aparición de humedades por capilaridad.
– Materiales de construcción muy porosos: La presencia de materiales altamente porosos, algo muy frecuente en la gran mayoría de las construcciones, tanto en los cimientos como muros y suelos, facilita la absorción y propagación del agua.
La eliminación de humedades por capilaridad es un proceso complejo y debe ser abordado por profesionales especializados. Algunas de las técnicas más efectivas para su eliminación son:
La instalación de una barrera física impermeabilizante en los cimientos impide que el agua ascienda por capilaridad. Esta barrera puede estar compuesta por membranas o resinas impermeables.
– Pros: Es un método muy efectivo y duradero. Económicamente aceptable.
– Contras: Debe de implementarse durante la construcción del edificio, antes del levantamiento de muros y la colocación del primer forjado del suelo, el cual debe de estar aislado con una cámara de aire del terreno, por lo que es un sistema que no se puede ejecutar en edificios ya levantados.
– Conclusión: Podemos asegurar que es la mejor solución de todas, aunque esta no se pueda utilizar en todos los casos. La prevención, una vez más, es clave para preservar la integridad de las estructuras y garantizar ambientes sanos y secos.
Mediante el uso de productos químicos como siliconas hidrófugas o resinas acrílicas, se crea una barrera química en los materiales porosos, evitando el ascenso del agua. Se trataría de un sistema que intenta copiar al primero, aunque está muy lejos de conseguirlo. Para ello se taladran las paredes y se inyectan estos productos.
– Pros: A corto plazo, a simple vista, es efectivo.
– Contras: Necesita de una gran obra de ejecución y es muy costoso económicamente, pues se debe taladrar los muros de carga del edificio lo más cerca del suelo posible, cada 12 cm +o-, lo que debilita considerablemente la estructura del inmueble, pues sus muros quedan como un queso gruyere o como la línea de corte perforada de una entrada de teatro, por donde es muy fácil de romper, lo que lo convierte en un edificio muy vulnerable. También, en muchas partes del muro la expansión de la resina es tan mínima, escasamente unas micras, que al deteriorarse vuelven a aparecer las humedades. Tampoco elimina la humedad al 100%, pues entre agujereado y el suelo, hay una distancia de 8 a 10 cm., en la que la humedad y el problema está en su totalidad, aunque no se vea, siguiendo su proceso de deterioro en el muro, lo único que camuflado detrás del rodapié. Y muy importante, no actúa sobre los suelos.
– Conclusión: Sin lugar a dudas, es la más costosa y la menos recomendada, aunque está solución esté aún muy extendida.
Es un sistema electrofísico que utiliza corriente eléctrica para invertir el flujo de agua en los materiales. Se instalan aparatos homologados en los cimientos o paredes y se aplica una corriente eléctrica controlada. Esto a través de ondas sónicas largas electromagnéticas de baja frecuencia provoca un intercambio en las polaridades de las partículas de agua y evita que asciendan por capilaridad. Es decir, invierten el polo positivo y negativo, lo que al igual que antes de esa inversión, por pura física, el agua ascendía por la pared, ahora desciende.
– Pros: La instalación es sencilla y asequible económicamente. Además de ser respetuosa con el medio ambiente y de contar con un mantenimiento muy bajo. Además, actúa también sobre los suelos.
– Contras: Existe un aluvión de oportunistas que con sistemas de bajísima calidad, la gran mayoría importados desde asía y vendidos en grandes plataformas de internet, por todos conocidas, generan un deterioro en la imagen del sistema, llegando a crear muchísima confusión entre los usuarios.
– Conclusión: Es un sistema muy recomendado y económico, siempre que detrás esté respaldada por verdaderos profesionales en la eliminación de humedades, para que no te den gato por liebre.