La humedad por condensación se refiere al proceso por el cual el vapor de agua contenido en el aire se enfría y se convierte en líquido al entrar en contacto con superficies frías, como ventanas, paredes o techos. Este fenómeno es más común en climas fríos o en estaciones frías, pero puede ocurrir en cualquier lugar donde haya una diferencia significativa entre la temperatura interior y exterior. Es por tanto una afección más común en los meses de finales de otoño, todo el invierno y principios de verano.
Las causas de la humedad por condensación son diversas, pero generalmente se pueden atribuir a dos factores principales:
– Diferencia de Temperatura: La temperatura interior de una habitación es más cálida que la temperatura exterior en los meses más fríos. Cuando el aire caliente y húmedo en el interior entra en contacto con superficies frías, como ventanas sin aislamiento adecuado, las paredes o los techos mal aislados, el vapor de agua se condensa en forma de gotas de agua.
– Falta de Ventilación:La ventilación inadecuada en una habitación dificulta la circulación de aire fresco y la eliminación del exceso de humedad. Esto es especialmente común en espacios cerrados, como baños y cocinas.
La humedad por condensación no solo puede ser incómoda, sino que también puede causar muchos problemas de salud. Las paredes y techos afectados por la condensación pueden desarrollar moho y hongos, lo que puede afectar a la calidad del aire interior, ya que por culpa de las esporas que desprenden y son volátiles crean problemas de salud respiratorios muy serios entre los ocupantes de la vivienda. Además, la humedad por condensación está detrás de un gran número de alergias hoy en día. Podemos considerar, por tanto, que puede tratarse del peor enemigo dentro de casa para nuestra salud.
Para eliminar la humedad por condensación y prevenir sus efectos perjudiciales, es importante abordar las causas subyacentes. Aquí hay algunas estrategias efectivas:
Asegurarse de que haya una adecuada circulación de aire continuo en la estancia es esencial. Esto se puede lograr mediante la instalación de sistemas de ventilación mecánica o forzada por sobrepresión constante. La ventilación forzada por sobrepresión se realiza a través maquinaria para tal cometido, la cual obliga a tener un continuo movimiento del aire contenido en el interior, el cual es expulsado al exterior mediante respiraderos colocados en cajas de persianas y otros lugares estratégicos.
– Pros: Es de rápida y económica instalación. Su manejo es sencillo y ofrece un montón de posibilidades dependiendo del espacio. Además de un consumo de energía muy bajo.
– Contras: Si no se siguen los protocolos y las recomendaciones de los técnicos, como por ejemplo: NO abrir ventanas durante mucho tiempo o dejar abiertas puertas principales, durante la franja horaria comprendida entre la caída del sol y las 8 de la mañana, durante el invierno.
– Conclusión: Es un sistema muy indicado si se tienen en cuenta todos los factores necesarios para su correcto aprovechamiento, tales como la orientación de la vivienda, situación, lugar, estudio de corrientes de aire en el interior, etc.